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Vínculos

Los inicios de Studio Ghibli fueron complicados. Desde el principio su futuro estaba en el aire, hasta el punto de que no estaban seguros de si habría un nuevo proyecto hasta conocer la acogida de la película estrenada. Así fue hasta el estreno de Kiki’s Delivery Service (1989); esa fue la primera película en lograr unos buenos resultados y permitió a Studio Ghibli y Tokuma Shoten empezar a pensar a medio/largo plazo1.

Fruto de ese cambio se ideó un plan quinquenal gracias al que se estrenaron cinco proyectos en cinco años: Recuerdos del Ayer (1991)2, Porco Rosso (1992), Puedo escuchar el mar (1993), Pompoko (1994) y Susurros del corazón (1995). A estos proyectos deberíamos sumar Nandarō (cuatro anuncios para el canal de televisión NTV) y el vídeoclip musical On Your Mark (1995) para el grupo Chage & Aska, ambos dirigidos por Hayao Miyazaki.

Fue a partir de ese momento cuando en Studio Ghibli pudieron hacer planes de futuro. Analizando con calma estos proyectos he encontrado algunos vínculos gracias a los que se puede ver cómo en el estudio han experimentado normalmente en pequeño formato para luego aplicarlo en sus largometrajes.

Antes de eso suficiente tenían con sobrevivir. No tenían un grupo fijo de trabajadores y su mayor logro, en mi opinión, fue desmarcarse de los estándares de la animación de la época dando prioridad a un estilo de animación de calidad y con argumentos cuidados. Que no es poco.

Miyazaki y el 3D

Studio Ghibli siempre ha sido un estudio de animación chapado a la antigua. A pesar de producir largometrajes de gran calidad desde hacía años, se mostraron reacios al uso de los ordenadores para crear animación. Ahí se nota la influencia de Hayao Miyazaki, al que le ha costado mucho tiempo aceptar que los ordenadores pueden ser unos buenos aliados.

Los primeros trabajos de Studio Ghibli en los que se usó animación por ordenador fueron On Your Mark y Susurros del corazón. Ambos fueron estrenados en 1995 y, por aquel entonces en Studio Ghibli no tenían un departamento 3D3. Fueron apenas unas escenas, pero suficiente para romper el hielo. En su siguiente proyecto, La princesa Mononoke (1997), Studio Ghibli contó con más animación y efectos en 3D. No tanto como podría esperarse de un lanzamiento de esa relevancia —apenas 10 minutos de un total de 134 que tiene la película—, pero suficiente como para demostrar que el estudio se intentaba poner al día fiel a su estilo.

Sin contar con el siguiente proyecto del estudio —Mis vecinos los Yamada, del que escribiré a continuación— durante las siguientes películas de Hayao Miyazaki se mostró una actitud más ambiciosa con el uso del 3D. El viaje de Chihiro (2001) y El castillo ambulante (2004), fueron películas en las que se demostró que en Studio Ghibli usaban el ordenador como una herramienta más sin perder la esencia de sus películas.4

Diplomatura en animación por ordenador

Si bien Hayao Miyazaki no ha tenido una relación muy buena con la tecnología, Isao Takahata nunca ha mostrado problemas al respecto. De hecho tengo la impresión de que de alguna manera era consciente de que los ordenadores le ayudarían a llevar un paso más allá su estilo como director.

Tal vez por esa razón, tras el gran éxito de La princesa Mononoke y con las arcas llenas, Toshio Suzuki le propuso a Isao Takahata un trabajo tan atípico como la adaptación animada de Mis vecinos los Yamada y la posibilidad de dirigir la primera película hecha por ordenador del estudio. Hayao Miyazaki no lo iba a aceptar nunca y, empresarialmente hablando, siempre es mejor que tu director estrella se dedique a hacer de director estrella. Aunque los Yamada no obtuvo unos buenos resultados en taquilla, gracias a ella en Ghibli hicieron un curso acelerado de animación por ordenador y se desarrolló un estilo alejado del clásico de Ghibli, deudor de Toei Animation, lo que dio al estudio otros registros (ejemplo 1, 2 y 3).

Izquierda, imagen del anuncio Umacha (2001); derecha: Mis vecinos los Yamada (1999)

Fruto de ello, ya en este siglo, se produjeron varios anuncios para televisión en los que se podían ver influencias de la película de Takahata. Lo mismo podríamos decir de los cortos Ghiblies, dirigidos por Yoshiyuki Momose. Aunque en este caso el largometraje fue el banco de pruebas5, creo que el vínculo es evidente.

Finalmente, la sublimación de esta técnica se pudo ver en El cuento de la Princesa Kaguya (2013), película también dirigida por Isao Takahata en la que —gustos aparte— su animación debería dejar perplejos a cualquiera que tenga ocasión de verla.

De Koro no Daisanpo a Ponyo

Con la inauguración de Museo Ghibli en 2001, en Studio Ghibli produjeron cortometrajes de animación exclusivos. Esto les permitió trabajar en nuevos proyectos y seguir experimentando con estilos y técnicas.

Izquierda: Koro no Daisanpo (2002); derecha: Ponyo en el acantilado (2008)

Uno de esos experimentos se realizó en el corto Koro no Daisanpo (2002), para el que se crearon unos fondos dibujados de una manera diferentes a lo que nos tenía acostumbrado Studio Ghibli, posiblemente inspirados en el cine de animación ruso y la obra de Frédéric Back. En esta ocasión se usaron escenarios más orgánicos como dibujados con lapiceros que le dieron un aire muy particular al proyecto. Esa misma técnica se utilizó en Ponyo en el acantilado (2008), siendo Noboru Yoshida Director de arte en ambos casos.

De Ouchi de Tabeyō a El viento se levanta

Ouchi de Tabeyō es el título de unos anuncios creados por Studio Ghibli para la empresa House Foods. Hubo dos campañas, con cuatro anuncios cada una, en verano de 2003 e invierno de 2004. Todos los anuncios tenían un denominador común: la cámara avanza en una escena costumbrista, mientras los personajes juegan, trabajan o hacen la compra6. Puede parecer una puesta en escena muy simple, pero en esos anuncios hay mucho uso del 3D, aunque no lo parezca a simple vista. Casi diez años después, esta técnica se usó en algunas escenas de El viento se levanta (2013), por ejemplo cuando Jiro lanza un avión de papel al cielo. Si tenéis la ocasión de ver cómo se crearon esas escenas en algún cómo se hizo, comprobaréis que el efecto es muy sutil.

Efectos de sonido

Otro de los experimentos curiosos realizados en algunos de los trabajos de Studio Ghibli tiene que ver con los sonidos de ambiente. En uno de sus cortometrajes, Yadosagashi (2006), disponible solo para Museo Ghibli, los efectos de sonido se hicieron con la voz humana[Creo que Hayao Miyazaki y Toshio Suzuki pusieron sus voces para algunos de ellos.]. De hecho, este cortometraje no tiene banda sonora. En 2013, de nuevo para El viento se levanta, se recurrió a esta técnica. Por ejemplo, al principio de la película, cuando el joven protagonista vuela en sueños. Todos los sonidos del avión fueron producidos con la boca por un especialista; o en la escena del terremoto, por ejemplo. Si cerráis los ojos podréis escuchar claramente que son efectos del mismo estilo. Miyazaki no le quiso dar a esta película, ambientada a principios del siglo XX, un sonido del siglo XXI.

El futuro

¿Tendrán las dos películas en las que Studio Ghibli está trabajando algún vínculo con un proyecto anterior? Sin haber visto nada de su animación es difícil aventurarlo. Lo que quería explicar en este artículo es que en Studio Ghibli aprovechan cualquier proyecto, por pequeño que sea, para probar nuevas técnicas siempre y cuando el trabajo lo requiera. Con esa experiencia acumulada, tienen una serie de recursos que pueden aplicar con más garantías en proyectos más ambiciosos.

Lo mismo podría hacerse con otros negocios del estudio como el de la moda. Sería interesante comprobar los diferentes pasos que ha dado la compañía en este sector hasta crear la marca GBL.Tokyo y, en 2020, su primera tienda física. Tal vez estemos hablando de una década de incursiones a pequeña escala y colaboraciones para estudiar el mercado y aprender hasta sentirse seguros y dar el paso definitivo. Pero eso tal vez lo trate en un futuro.

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  1. Junto a la venta de artículos de promoción comercial de Mi vecino Totoro. Esta estrategia, la de la venta de productos derivados, se ha mantenido desde entonces en mayor o menor medida en todas sus películas. Curiosamente, Totoro y Kiki han sido dos de sus licencias más exitosas. ↩︎
  2. Su estreno estaba previsto para 1990, pero Takahata no pudo cumplir con esa fecha. ↩︎
  3. Tuvieron que subcontratar este servicio. ↩︎
  4. En ocasiones da la sensación de que uno de los handicaps que tuvieron los responsables de los gráficos por ordenador del estudio es que no se notara el uso de máquinas en su trabajo. ↩︎
  5. También se podría pensar que los Yamada fue el resultado lógico tras la experimentación hecha en On Your Mark, Susurros del corazón y La princesa Mononoke, aunque pienso que son cosas distintas ↩︎
  6. Con un diseño de arte muy similar al usado en Koro no Daisanpo. ↩︎

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