Etapas de Studio Ghibli
Mientras preparo los artículos/podcast de la Ghibliografía, pensé en las diferentes etapas por las que ha pasado Studio Ghibli, en definirlas con una palabra y desarrollarlas. Con este artículo quiero ordenar mis ideas.
Studio Ghibli se fundó el 15 de junio de 1985. Dentro de unos meses se cumplirán 36 años de su fundación. Durante todo este tiempo han pasado por diferentes etapas. Yo las he dividido en cinco. Podrían ser más o podrían ser menos.
Fase 1: incertidumbre

Durante los primeros proyectos del estudio, y ya antes con Nausicaä del Valle del Viento, en Studio Ghibli se vivía al día. No pensaban en el futuro. Si un proyecto tenía éxito, podrían pensar en el siguiente. Si no, se acabó la historia. Durante esa etapa tenían que sentar las bases de lo que para ellos era un buen estudio de animación de calidad, que aspiraba a la excelencia, pero en unas condiciones de tiempo y presupuesto, todavía insuficientes.
Esta primera etapa, según mi criterio, va de 1984 a 19891. Durante este periodo estrenaron:
- Nausicaä del Valle del Viento (1984)
- El castillo en el cielo (1986)
- La tumba de las luciérnagas (1988)
- Mi vecino Totoro (1988)
- Nicky, la aprendiz de bruja (1989)
El punto de inflexión llegó tras el estreno de Nicky, la aprendiz de bruja. Este fue el primer gran éxito de Studio Ghibli. A partir de ese momento pudieron proponer cambios, que seguramente tenían más que decididos, que los harían subir varios escalones en su objetivo.
Fase 2: ilusión

La segunda fase la englobo durante la primera mitad de la década de los 90. Tras unos inicios difíciles, en Studio Ghibli consiguieron superar la fase inicial. Gracias al éxito de Nicky, y a la agradable e inesperada sorpresa recibida con la venta de mercadotecnia de Mi vecino Totoro, el estudio pudo hacer algunos cambios:
- Al contrario de lo que era habitual, Studio Ghibli contó con una plantilla fija de trabajadores. Con un sueldo mensual y una estabilidad laboral que siempre es de agradecer en un trabajo como este. Eso supuso el reto de mantener a la plantilla siempre ocupada (los trabajadores parados no son rentables) y la posibilidad de entrenarles para trabajar. Una cantera de la que, con el tiempo, algunos acabarían convirtiéndose en piezas muy importantes.
- Este movimiento hizo que no se pagara por obra hecha (lo habitual) sino una mensualidad. En el estudio no tenían que pensar en una cantidad de trabajo hecho para cobrar más o menos, sino en hacerlo lo mejor posible. Se impuso la calidad y la excelencia a la cantidad y la prisa.
- Desde Studio Ghibli además ofrecieron una serie de ventajas para sus trabajadores, como servicios de guardería. El trabajo de la animación lleva implícito, en ocasiones, hacer horas extras. Este tipo de ventajas daba un extra de tranquilidad a su equipo, lo que sumado a un sueldo fijo mejoraba bastante su situación.
- Studio Ghibli empezó a pensar en el futuro. Prepararon un plan quinquenal de películas según el que se iba a estrenar una cada año, dirigidas tanto por Hayao Miyazaki e Isao Takahata como (novedad) otros directores. Al aumentar el ritmo de producción, Miyazaki y Takahata no podían encargarse de todo y era inevitable contar con otras personas.
- Y, por último, tomaron la decisión de tener su propio estudio. Hasta ahora estaban de alquiler en un pequeño local de 90 m2. A partir de 1992 tendrían sus propias instalaciones, que siguen vigentes en la actualidad. No es como los estudios Pixar pero les está permitiendo hacer su trabajo de la mejor manera.
Esta etapa engloba los siguientes proyectos:
- Recuerdos del Ayer (1991)
- Porco Rosso (1992)
- Puedo escuchar el mar (1993)
- Pompoko (1994)
- Susurros del corazón (1995)
- On your Mark (1995)2
Este último título, junto a algunos anuncios para televisión, también fueron una consecuencia de esta etapa. En Studio Ghibli empezaron a aceptar trabajos de terceros y no necesariamente de larga duración. Anuncios, videoclips, cinemáticas y diseños para videojuegos. La única condición era que el proyecto se mantuviera fiel a sus principios de excelencia del estudio. Es decir, no querían trabajar en series de televisión.
Durante esta etapa lograron encadenar éxito tras éxito, convirtiendo sus películas como las más taquilleras del año. A eso se le sumó el prestigio nacional y, poco a poco, internacional. Studio Ghibli era sinónimo de calidad.
Fase 3: presión

La fase 3 se inicia con La princesa Mononoke. Un proyecto en el que Studio Ghibli puso el resto y quiso mostrar al mundo el fruto del trabajo hecho durante más de 10 años. La princesa Mononoke fue el primer gran pelotazo a nivel mundial del estudio. Si a principios de década el nombre de Ghibli empezaba a ser conocido, con Mononoke se dio a conocer mundialmente, y no me refiero solo a los frikis.
El éxito de este proyecto tuvo puntos negativos. Yoshifumi Kondō falleció a los pocos meses de estrenarse la película debido a un aneurisma. Todo parece indicar que la excesiva presión a la que estuvo sometido en el estudio fue uno de los motivos. Este suceso fue un golpe duro para el estudio y sobre todo para Miyazaki, que se planteó una prematura retirada.
El siguiente proyecto, aunque no fue exitoso comercialmente, tuvo algunas consecuencias positivas. En Studio Ghibli apenas habían usado las nuevas tecnologías. Empezaron tímidamente con Susurros del corazón y On your Mark y dieron un paso más con La princesa Mononoke. Pero en Ghibli todavía era muy inexpertos en este campo. Con Mis vecinos los Yamada en Ghibli dieron un curso avanzado de animación por ordenador. Aunque no les dio muchas alegrías económicamente hablando, lo aprendido en este proyecto pudieron aplicarlo en numerosos proyectos en el futuro, que se realizaron durante la siguiente fase.
Tras su coqueteo con la jubilación, el siguiente proyecto de Miyazaki fue más exitoso que La princesa Mononoke. La exigencia y la presión fueron mayor si cabe, pero en esta ocasión Miyazaki delegó funciones. Se lo tomó con más calma. El viaje de Chihiro fue un pelotazo, un éxito sin precedentes para el estudio y la película más taquillera de la historia del cine japonés durante casi 20 años. Esta película supuso el punto más álgido del estudio, que por aquel entonces era mundialmente conocido, aclamado por crítica (logró prestigiosos premios) y el público. Durante este periodo se inauguró el Museo Ghibli, aunque su trayectoria se desarrolló durante la siguiente fase.
Fase 4: exceso

La cuarta fase la he definido como de exceso, pero no en una connotación negativa. El exceso al que hago referencia es al de la cantidad y variedad de trabajos surgidos durante esta etapa. En este caso no tengo clara cuánto dura esta fase.
Tras el fracaso de los Yamada, Takahata se apartó y dejó temporalmente de dirigir películas, centrándose en escribir libros, dirigir un corto y otros trabajos. Miyazaki seguía en su línea, produciendo éxito tras éxito. Pero en esta ocasión trabajar en muchos proyectos propuestos por otros clientes como cortometrajes, videoclips, anuncios, videojuegos, junto a otros proyectos que podríamos considerar menores como cortometrajes (algunos de ellos exclusivos para Museo Ghibli).
En Studio Ghibli empezaron a usar la tecnología para producir animación de forma más eficiente con el objetivo de abaratar costes. Eso dio pie a varios proyectos dirigidos por directores noveles. En esta cuarta fase se empezaba a ver que en Studio Ghibli no encontraban (o no sabían cómo hacerlo) relevos para Isao Takahata y Hayao Miyazaki. Y que esos proyectos no dirigidos por Miyazaki ni por Takahata existieron para mantener al estudio en movimiento. Y eso pasó factura, en mi opinión, en la siguiente y última fase.
Durante esta fase se estrenaron largometrajes como:
- El castillo ambulante (2004)
- Cuentos de Terramar (2006)
- Ponyo en el acantilado (2008)
- Arrietty y el mundo de los diminutos (2010)
- Y anuncios, cortometrajes, videojuegos…
Fase 5: incertidumbre

En esta última fase volvemos a la incertidumbre, pero no como la de sus orígenes. Studio Ghibli, si hubiera sabido encontrar relevos, tendría cuerda para rato. Pero como no ha sabido3, la incertidumbre estaba en saber si el estudio continuaría su trayectoria sin Miyazaki ni Takahata y, en caso afirmativo, cómo lo haría.
A pesar del optimista debut de Hiromasa Yonebayashi con Arrietty y el mundo de los diminutos, la situación volvió a la normalidad con La colina de las amapolas y con El recuerdo de Marnie saltaron las alarmas. Por su parte, en esta fase Miyazaki tan solo dirigió una película antes de su retiro (como director de largometrajes) y también fue el regreso de Takahata, que aunque recibió premios y buenas críticas, fue un gran fracaso en taquilla. Eso demostró lo que ya se sabía: Studio Ghibli era un estudio hecho para que Hayao Miyazaki dirigiera sus películas, pero Miyazaki no es eterno y no se había conseguido un relevo que garantizara proyectos rentables.
Studio Ghibli dejó de producir largometrajes, a excepción de La tortuga roja (un proyecto especial realizado íntegramente por occidentales), buscando una fórmula para hacer películas fieles a sus valores y rentables. Y parece que durante ese periodo no se encontró una fórmula, porque tan solo se volvió al trabajo cuando Miyazaki anunció su enésimo regreso.
Como anticipo, Gorō Miyazaki ha dirigido un especial para televisión hecho completamente en 3D —el primero del estudio—, con la que se propone una actualización del estilo Ghibli. Con este proyecto, estrenado en televisión, es difícil saber si la propuesta ha sido exitosa, pero cuanto menos ha provocado opiniones encontradas. El tiempo dirá si es una buena alternativa.
Durante esta etapa se estrenaron:
- La colina de las amapolas (2011)
- El viento se levanta (2013)
- El cuento de la princesa Kaguya (2013)
- El recuerdo de Marnie (2014)
- La tortuga roja (2016)
- Earwig y la bruja (2020)
El futuro del Studio Ghibli está más en el aire que nunca. Tras el estreno de la nueva película de Hayao Miyazaki, que va para largo, no se sabe cuál será su próximo proyecto animado. Si no se encuentra una solución, Studio Ghibli puede convertirse en un gestor de licencias (que se explotan a través de tiendas, museos, parques y colaboraciones), pero sin lanzar nuevos proyectos. Me gustaría pensar que habrá una nueva fase en el estudio que se podría llamar reinicio, por ejemplo. Aunque mucho me temo que el Studio Ghibli tal y como lo conocemos parece tener una fecha de caducidad muy clara.
Me encanta los animes creados por Ghibli trae mensajes de vida significativos.
Duele decirlo, pero si no se encontró un sucesor acorde al alto nivel de Ghibli, ¿Qué sentido tiene seguir? Es una pena pero Goro no tiene la experiencia para tamaña responsabilidad. Su mejor trabajo fue kokuriko zaka kara, y fue en la que intervino Miyazaki. Quien vio el documental 10 años con Miyazaki puede dar cuenta de ello.
A propósito, excelente documental, oro puro para cualquier fan de Ghibli.
Desde un punto de vista empresarial, abandonar Studio Ghibli cuando Hayao Miyazaki lo deje sería algo extraño, ¿no?
Creo que en Studio Ghibli no han sabido encontrar un relevo porque no han sabido/querido darle la oportunidad a nadie, más allá de Yoshifumi Kondō. El resto de directores han sido efectos colaterales de un plan ambicioso de lanzamientos que Hayao Miyazaki e Isao Takahata no podían asumir. Y así es complicado tener un futuro.
Bueno, pues sí, el dinero manda. Studio Ghibli es una empresa y mientras las películas sean rentable no creo que cierren. Aún en detrimento de la calidad. No olvidemos que Gedo Senki (en mi opinión la peor) fue un éxito en taquilla, en cambio Kaguya hime (en mi opinión la mejor) fue un fracaso comercial.
Juzgando a los demás directores por su obra, el legítimo heredero era Kondo. Pues, yo creo que Mimi wo sumaseba esta entre las mejores de ghibli.