Taeko
Recuerdos del Ayer es una de las películas más críticas de Studio Ghibli y a continuación expongo mis razones.
Taeko es le menor de tres hermanas. Sus hermanas, sobre todo la mediana, le hace rabiar a menudo por tonterías que Taeko se toma en serio. Su madre es muy exigente, ignora lo bueno que hace y pone la lupa en lo malo, agrandándolo y restregándoselo a Taeko, compartiéndolo con sus hijas y sacando conclusiones peregrinas que limitan la confianza de Taeko en sus posibilidades. Ella ha tenido que escuchar que no es normal, que sus malos resultados en matemáticas no tienen sentido, que tiene que aplicar la fórmula. Pero Taeko quiere comprender el por qué de las cosas y no comportarse como un robot.
La fórmula, el camino marcado por una sociedad es lo que la pequeña Taeko tiene que seguir desde que nació. Hacer lo que se espera de ella y hacerlo bien o muy bien. Aceptar lo que le dice su familia. Cuando tenía 10 años tuvo la ocasión de hacer sus primeros pinitos en el mundo de la actuación en una obra para la universidad. A Taeko le gustaba actuar y tuvo la oportunidad de probar. Su familia, su padre en este caso, se opuso tajantemente. Pero Taeko tenía esa espina clavada y tiempo después se la sacó apuntándose al club de teatro del instituto. Allí comprobó que le gustaba la actuación pero no tanto como para dedicarse a ello.

En lo que tardó más fue en encontrar su sitio en el mundo, a cómo vivir su vida. Cuando empieza la película, Taeko trabaja en una oficina. Según ella, no odio su trabajo pero no le llena. Tampoco le llama la atención casarse. Su madre le ha buscado pretendiente, pero ella ha dado largas. Taeko sigue el camino marcado por la sociedad; estudiar, sacarse el título y trabajar. Los siguientes pasos son encontrar pareja, casarse, tener hijos, dejar el trabajo y convertirse en ama de casa. Aunque «tengo muchas amigas que no se han casado» el camino al que le empujan es ese. Pero Taeko no quiere ese camino y decide aprovechar sus 10 días de vacaciones para irse al campo, a casa de unos familiares, para ayudarles a recoger cártamo. No es la primera vez que se escapa. Cuando era joven, envidiaba a sus amigas porque se iban al campo de vacaciones de verano y ella con suerte podía ir a unos baños termales con su abuela. Tenía otra espina clavada, pero esta estaba más profunda.
Durante sus días en el campo, ella y sus recuerdos de 5.º grado experimentaron lo que era la vida rural, conocieron a gente y, de alguna manera, lucharon contra sus creencias limitantes, contra lo que se esperaba de ella y contra lo que la sociedad japonesa parecía haber decidido por ella lo que tenía que hacer a continuación. Taeko se enamoró del campo y de Toshio; lo primero no le importaba reconocerlo, aunque apretando bien fuerte el billete de tres de vuelta a Tokio, pero lo segundo lo tenía muy escondido en el fondo de su alma. No acertaba vislumbrar la posibilidad de que su vida podía ser distinta, que no hacía falta que viviera en una gran ciudad, que trabajara en una oficina de forma mecánica y que se hiciera mayor viviendo una vida que no le convencía.
Pero un comentario de su abuela le hizo clic. Primero le asustó, porque le hicieron ver que podía dar el salto, que podía cambiar su vida para siempre y que la decisión dependía únicamente de ella. Después cuando pensó en Toshio en algo más que un amigo y se dio cuenta de que allí, en el campo, podía ser feliz junto a él.

Recuerdos del Ayer trata sobre cómo la benjamina de una familia de clase media convencional se libera a todos los niveles de las cadenas de una vida programada, supervisada por tu familia y revisada por la sociedad. Trata sobre cómo una niña de 27 años rompe sus creencias limitantes y se aventura a hacer lo que ella siente que quiere y debe hacer. En esta película, Isao Takahata cuenta la historia de alguien distinto (una Anna de Tejas Verdes tokiota) a quien es mejor dejar margen para sacar su mejor versión de sí mismo que encorsetarla en los cánones que exige la sociedad japonesa. Isao Takahata nos quiere decir que no todos debemos saber hacer quebrados y tener una familia arquetípica y que algunos a lo único que aspiran es a ser ellos mismos.
© 1991 岡本 螢・刀根夕子・Studio Ghibli・NH