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Números

Hayao Miyazaki vive y trabaja en su estudio personal. Una de las primeras cosas que hace al empezar el día es limpiar los alrededores de si casa. Fue en ese momento cuando unos reporteros aprovecharon para hacerle unas preguntas.

El pasado 10 de noviembre reporteros del medio Smart Flash aprovecharon que Hayao Miyazaki recogía basura de los alrededores de su estudio para hacerle unas preguntas relacionadas con el éxito de la primera película de Kimetsu no Yaiba. En apenas unas semanas ha recaudado 20.400 millones de yens y parece que tiene al alcance superar las cifras de Sen to Chihiro no Kamikakushi (2001), la película que más ha recaudado en la historia del cine japonés. Las respuestas de Miyazaki demuestran el tipo de persona que es y en lo que tiene puesto el foco.

La entrevista

A la pregunta de qué opina sobre el éxito de Kimetsu no Yaiba Miyazaki se sincera diciendo:

«No creo que tenga nada que ver conmigo. Sería mejor que la gente no se preocupara tanto por los resultados en taquilla y lo hiciera más por que sus lugares de trabajo fueran armoniosos1. Es bueno siempre y cuando trabajes duro en lo que estás haciendo.»

En la siguiente preguntan si Miyazaki ha visto la película, a lo que el director responde:

«No lo he hecho. Rara vez veo otras cosas. No veo la televisión y no veo películas. Soy un viejo jubilado recogiendo basura.»

El reportero insiste en el tema y comenta que los aficionados a Sen to Chihiro no Kamikakushi se podrían molestar si la película es superada. Miyazaki sigue en sus trece:

«No vale la pena preocuparse por ese tipo de cosas. Siempre hay inflación en el mundo. Ahora mismo, tengo que recoger la basura…»

La última pregunta tiene un poco más de interés y el reportero le pregunta por los progresos de su última película. Miyazaki se lo saca de encima de la siguiente manera:

«Estoy en ello. Lo estoy haciendo mientras estoy retirado. Deberías dirigir cualquier pregunta al respecto a Toho2. Porque no lo sé todo sobre este proyecto. Tengo que seguir recogiendo basura, así que…»3.

Números, números…

Miyazaki está a punto de cumplir 80, sigue al pie de cañón del estudio que fundó hace 35 años y está dándolo todo para sacar adelante la que muy probablemente sea su última película. A pesar de eso sigue comprometido con el medio ambiente y continúa ayudando ya sea recogiendo basura de los alrededores de su estudio o de los bosques de Tokorozawa4. A nadie le hubiera sorprendido que Miyazaki se hubiera acomodado, hubiera dejado de dirigir y hubiera vivido de las rentas y disfrutar de un merecido retiro. Pero en lugar de eso está trabajando y viviendo en una cabaña.

Desde el primer momento la idea del Studio Ghibli era producir películas de calidad y lograr los beneficios suficientes para afrontar un nuevo reto. La situación se fue complicando cuando tuvieron la oportunidad de tener trabajadores en nómina y la necesidad producir de forma continua para que la empresa fuera rentable. Pero más allá de los números, que es un asunto de Toshio Suzuki y el equipo de contabilidad, Hayao Miyazaki, Isao Takahata y el resto de creativos del estudio son eso, creativos. Y la creatividad no tiene mucho que ver con los números. Tiene que ver con hacer el mejor trabajo posible con las condiciones (tiempo, dinero y personal) que tienes y esperar a que al público le guste tu apuesta y vaya al cine a verla y compre los productos de mercadotecnia para que en el futuro puedas afrontar un nuevo proyecto, sea una nueva película, un corto, un Museo o un parque de atracciones. La motivación artística de Studio Ghibli es hacer el mejor trabajo posible. No creo que en Ghibli tengan más cariño por una película que ha conseguido ser el número uno (del año o de la historia) que a otro proyecto con menos repercusión. En sus manos está cómo afrontar su trabajo y cómo promocionarlo, pero no depende de ellos que la gente vaya al cine. En las escuetas respuestas que ha dado Miyazaki ha dejado claro que su interés está el esfuerzo que se pone en el trabajo y no tanto ser o no el primero. Eso es un efecto colateral producido por el esfuerzo colectivo.

Desde el punto de vista del aficionado creo que la situación debería ser similar. Seguro que hay películas que no han logrado ser la número 1 pero que nos han impactado de una manera difícil de explicar. Seguro que por muchas reseñas o libros que uno pueda escribir, hay personas que no sabrían cómo expresar todo lo que le hace sentir esa película (ese disco, ese cómic, ese videojuego). Si en ocasiones no somos tan hábiles como para expresar con palabras lo que nos hace sentir algo, ¿cómo lo vamos conseguir con un número? «Esta película es mejor porque tiene un 9,5 de puntuación; en cambio esta no es tan buena porque solo tiene un 7,2.» Creo que es una forma de verlo errónea, porque los sentimientos y las sensaciones no se llevan bien con los números5.

Tal vez la película de Kimetsu no Yaiba supere a Chihiro. Me parecerá genial. Eso no va a significar que Chihiro me vaya a gustar menos, ni que me pase los días criticando Kimetsu porque, en mi opinión, no sea merecedora de ser la primera (no lo sé, porque no he visto la película). ¿No sería mejor disfrutar de aquello que nos gusta sin tener que fijarnos en los números, los resultados y las clasificaciones?

Leído en SoraNews24


  1. En ese momento Miyazaki estaba recogiendo la basura de los alrededores de su estudio. ↩︎
  2. Distribuidora de la película en Japón. ↩︎
  3. Nótese lo poco sutil que fue el maestro al responder al reportero que prefiería recoger basura a seguir hablando con él. ↩︎
  4. Del mismo modo que Frédéric Back continuaba plantando árboles cuando tenía una avanzada edad. De hecho, plantó uno junto a Isao Takahata. ↩︎
  5. Prueba a decirle a un ser querido que lo quieres un 8,7 y a ver qué cara te pone. ↩︎

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