Visita al Studio Ghibli

A lo mejor lo sabéis, pero a lo mejor no. El Studio Ghibli está relativamente cerca del Museo Ghibli, razón de más por la que, si te lo combinas bien, puedes hacer un día Ghibli completo haciendo la visita obligada del Museo Ghibli junto con otra más friki yendo al Studio.

La mejor manera de ir es en tren. Tienes que hacer lo mismo que harías para ir al Museo –desde Shinjuku, ir a la línea Yamanote en dirección a Mitaka– pero en lugar de parar en Mitaka tienes que bajarte del tren en la estación Higashi Koganei. Es importante que NO subas a un tren rápido, porque esos trenes no paran en esta estación. Higashi Koganei es un pequeño pueblo, encantador, donde todo permanece en tranquilidad. Es uno de esos sitios donde parece que se ha parado el tiempo.

Una vez sales de la estación, tienes que ir a la derecha. Es fácil no perderse porque a la derecha tienes una librería de dos pisos con algunos mangas. Debes seguir una carretera paralela a las vías del tren. A partir de ahí es fácil, debes seguir la carretera. Créeme, sabrás cuando has llegado.

Al contrario que el Museo, el Studio no tiene una forma especialmente destacable. Es un pequeño edificio de tres plantas. En frente está el Studio Ghibli 2. No os voy a negar que, visto desde fuera, el único aliciente que exisite de hacer este viaje es que estás cerca del Studio Ghibli. Es un viaje muy friki, recomendable solo para aquellos a los que les gusten mucho sus obras. Otro gallo cantaría si se pudiera entrar y ver cómo trabajan.

De todas formas, desde fuera pude hacer unas fotos de una habitación donde se podían ver cuadros de muchas de las películas del Studio Ghibli. Para que os hagáis una idea de cómo es, he puesto una foto en esta entrada y unas cuantas en el grupo Flickr del Studio Ghibli Weblog.

Insisto en que a más de uno puede decepcionar. Si no estuviera de paso, seguramente no lo hubiera visitado. Pero también es cierto que, ya que uno está en Tokio, pocas oportunidades tendrás de pasarte por un sitio así. Y no sé qué es peor, si el haber perdido la oportunidad de verlo con tus propios ojos o la posibilidad de llevarte un chasco al verlo.