Proyección Porco Rosso en Vic
Como os dije la semana pasada, Porco Rosso se iba a proyectar en la ciudad de Vic con motivo del evento Nits de cinema oriental (Noches de cine oriental). El domingo pasado tuve la ocasión de acercar a la ciudad y ver, por primera vez, lo admito, Porco Rosso en una pantalla grande.
Lo cierto es que había bastante gente y, sin desmerecer a nadie, lo mejor era que la mayoría no tenían pinta de ser entendidos en la materia. Padres y abuelos con su descendencia que iban a pasar el mediodía viendo animación de calidad.
Esto da que pensar, porque a veces uno puede llegar a la conclusión (en algunos momentos) que este tipo de actividades no llegan a tanta gente como nos gustaría. Pero por otro lado, también es cierto que, aunando esfuerzos, el número de personas que dejará de asociar la animación japonesa únicamente con contenidos de sexo y violencia, irá aumentando progresivamente. Y no sólo eso, ya que la gente tendría que dejar de pensar en la procedencia de la animación y disfrutar, como así lo hicieron en Vic, con un producto de una calidad indiscutible y con unos valores que otras películas de animación no tienen (Disney, por ejemplo). Los niños no son tontos y el día en que las productoras de animación se den cuenta de ello, las cosas cambiarán a mejor.
Resumiendo, una iniciativa admirable, que no es la primera vez que se hace, que espero que tenga su continuidad.
Cambiando un poco el tono, la película se pudo ver en el Museu de la Pell (Museo de la piel) de Vic. Un museo con gran cantidad de objetos antiguos reacionados con la piel (obvio). Aunque no tuve mucho tiempo para ver toda las piezas, hubo una que me recordó a cierta película dirigida por Hayao Miyazaki. Os adjunto la foto. ¿No os recuerda al medio de transporte de la Bruja del Páramo durante gran parte de la película Howl´s Moving Castle?
Podéis leer un artículo sobre varias películas de Ghibli, realizado por el grupo que organizó la proyección de Porco Rosso (eso sí, está en catalán)
Totalmente de acuerdo contigo ackman, además tu frase de “los niños no son tontos” es totalmente cierta, yo tuve que ver Porco Rosso más veces para disfrutar de ella y el aliciente fueron mis hijas porque para ellas desde el primer momento fue un disfrute total.
La pieza del museo es bastante curiosa, pareciera sacada de la pelicula.