Visita a la pastelería Shiro-Hige
Hace 5 años tuve la ocasión de visitar la pastelería Shiro-Hige y compartir con vosotros la experiencia. En septiembre de 2013, los dueños del negocio decidieron mudarse de Takaido a Setagaya. A continuación escribo sobre la nueva tienda, cómo llegar y las experiencias allí vividas.
¿Qué es Shiro-Hige?
Shiro-Hige Cream Puff Factory es una pastelería que vende galletas y pasteles con formas de personajes del Studio Ghibli, sobre todo de Totoro. Sus productos están hechos a mano con productos de calidad y proximidad. Los pasteles con forma de Totoro –verdadero reclamo de la tienda– tienen una caducidad muy corta, por lo que cuando se vende el pequeño volumen que se produce diariamente, ya no se pueden conseguir más hasta el día siguiente.
Una de las características de esta pastelería es que se trata de la única que cuenta con el visto bueno del Studio Ghibli. Si bien hay otros negocios que crean algunos de sus productos con formas o dibujos de personajes del Studio Ghibli, esta puede hacerlo sin miedo a represalias. Echando un vistazo a la decoración de la tienda, uno se da cuenta del vínculo que hay con la compañía de Higashi Koganei, pues en sus paredes hay originales de películas del Studio Ghibli. De hecho, el logo de la pastelería lo diseñó Hayao Miyazaki.
Si alguien tiene la ocasión de ir a Tokio y quiere visitar la tienda, aquí tenéis los datos:
Dirección: Setagaya-ku, Tokio Shirota 5–3–1.
Horario: de 10:30 am a 19:00 pm todos los días, cerrado los martes.
Podéis buscar más información en su página web (lamentablemente, la mayor parte de su contenido solo está en japonés).
¿Cómo llegar?
Una de las “pegas” de la primera tienda era lo complicado que era llegar. Si bien esta tienda no es “tan” difícil dar con ella, lo cierto es que difícilmente tropezarás con ella por casualidad.
Siendo Tokio el punto de partida, una buena ruta es, desde la estación de Shibuya comprar un billete con destino Shimokita-zawa en la Keio Inokashira Line. Tanto el tren local (cuatro paradas ) como el expreso (1 parada) sirven. Podéis subir al primer tren que venga. Shubiya es la estación de partida, por lo que no hay problema en la dirección a tomar. Una vez en Shimokita, hacéis transbordo en la Odakyu Odawara Line Local en dirección a Setagawa-Daita. Es solo una parada, pero os recomiendo hacerla (no hagáis como uno que yo me sé…). El viaje –desde Shibuya– dura unos 10 minutos y cuesta ¥240 (1,75€ según el cambio actual). Una vez en Setagawa-Daita, el mapa que aparece en la web de la pastelería cumple con su cometido, aunque no os dejéis engañar, no está tan pegado a la estación como parece.
Con respecto al local antiguo, la nueva pastelería Shiro-Hige ha ganado en encanto. No sé si se puede ver en la foto, pero está en una zona tranquila y rodeada de naturaleza. Comparte edificio con una cafetería llamada Tolo Coffe & Bakery Pasta que está en el segundo piso. El espacio de venta de la pastelería no es mucho más grande que el de la primera tienda –ignoro si el interior de la tienda, donde preparan los pasteles y las galletas, es más amplio–. En este nuevo local se ha ganado una pequeña terraza donde se puede comer lo comprado en un entorno más agradable que en la tienda anterior.
¿Qué venden?
El producto estrella de Shiro-Hige son los pastelitos con forma de Totoro. Por su forma, por su sabor y porque son los que se tienen que hacer de un día para otro y se acaban antes. Existen pasteles de varios sabores, algunos de ellos de temporada: de crema, de fresas, de melocotón, castañas de Kawamoto, chocolate y naranja, plátano y caramelo, crema y té macha. Los pasteles se diferencian unos de otros (la forma es la misma) por la pieza que tiene en la cabeza. En Japonismo lo explican muy bien.
Pero si se han acabado los pasteles –que si vas por la tarde es muy posible que suceda– o quieres llevarte algo para comer con más tranquilidad, también tienes galletas con formas de hojas, bellotas y bichos del polvo. Las venden en pequeños sets –ideales para una persona– y sets más completos, que pueden cumplir como omiyage (recuerdo) o para recordar la experiencia una vez regresas a casa.
Los precios son ligeramente caros teniendo en cuenta que comer bien en Japón no es caro. Los pasteles de Totoro cuestan ¥400–440 y los sets de galletas pueden llegar a los ¥2800. También es cierto, que en Japón este tipo de productos son “lujos” y no se consumen con mucha frecuencia.
Una de las características de estos productos es que están hechos con productos de calidad y proximidad, algo parecido a lo que ocurre en el resturante del Museo Ghibli. Sin duda, una de las razones por las que cuenta con el consentimiento del Studio Ghibli.
Opinión
Reconozco que, desde un punto de vista egoista, preferiría que el negocio se hubiera expandido un poco más, para que de esta manera los aficionados tuvieramos la ocasión de probar estos pasteles con más facilidad. De todas formas, reconozco que siento especial predilección por este tipo de proyectos humildes, liderados por gente que es feliz ganándose la vida haciendo las cosas como ellos creen que deben hacerse. El señor Shiro-Hige podría estar montado en el dólar si hubiera abierto franquicias por aquí y por allá, vendiendo pastelitos de Totoro –aunque la calidad del producto se resintiera–, pero ha preferido mantenerse fiel a sus principios.
Si tienes la ocasión de visitar la capital nipona y te gusta el Studio Ghibli, es una visita que recomendaría hacer. Ahora está mucho más cerca de la capital y es factible combinárselo para planificar un día redondo con una visita al Museo Ghibli o, los más osados, al triángulo formado por el Studio Ghibli, Buta-ya (el estudio de Hayao Miyazaki) y guardería de Higashi Koganei.