Opinión: A Miyazaki no le gusta la tecnología

Hayao Miyazaki ha hecho las enésimas declaraciones en las que ataca frontalmente la tecnología. El director de animación aprovecha cualquier ocasión para hablar negativamente de los nuevos gadgets tecnológicos. No hace mucho tiempo declaró que cuando la gente usaba iPads (o tabletas gráficas en general) simulaba el gesto de la masturbación (?). Anteriormente había atacado el uso del teléfono móvil y ha declarado que no tiene ni fax, ni teléfono, ni ordenador, que ha olvidado cómo usar el vídeo y que apenas veía la televisión.

Miyazaki dice al respecto, «El entorno que rodea a nuestros hijos, incluyendo nuestra animación, es todo virtual.» Insta a que los niños y niñas aprendan trabajos manuales, como por ejemplo «cómo subir a un árbol, cómo atar una cuerda, cómo usar una aguja e hilo y cómo usar un cuchillo». El director quiere que las experiencias de los niños se centren en lo natural antes que lo artificial (o virtual).

Con lo que no puedo estar de acuerdo es que ataque indiscriminadamente los avances tecnológicos. Esos que le han permitido trabajar de forma más rápida, barata y eficiente. Esos avances que han hecho que las películas se vean cada día con más calidad. Esos avances que permiten publicitar proyectos de forma barata, a todo el mundo y sin tener que gastar tanto papel. O los que permiten enviar rápidamente trabajo a estudios de China o Corea para cumplir las fechas de entrega.

El mensaje de Miyazaki me parece correcto a medias. Tiene mucha razón al reclamar atención sobre aquello que nos ayudará a conocer mejor nuestro entorno y desarrollar nuestra creatividad. Pero, por otra parte, también me parece importante conocer el entorno tecnológico y saber moverse entre bits y bytes. Encontrar el equilibrio sería lo ideal y decantarse, tanto por un lado como por otro, me parece un tremendo error.