Opinión: El futuro de Ghibli
Estreno esta sección de opinión (aunque por defecto opino en casi todos los mensajes que pongo) de este blog.
Tras ver Haru en el mundo de los gatos empecé a pensar en si ésa podría ser la dirección en los nuevos proyectos de Ghibli que no contaran con la sabiduría de los viejos maestros.
Haru, de la que escribiré su correspondiente reseña en su momento, tiene una animación más que digna, al nivel y con la filosofía que tanto Miyazaki como Takahata han dotado a sus proyectos. Pero lo que más miedo me da es el tema de los guiones. El argumento de Haru es “sencillote”, sin dobles lecturas ni moralejas. Las historias de Miyazaki y Takahata gozan de esa doble lectura, de esas metáforas, de esos guiños que hacen que se pueda disfrutar de la película a varios niveles. Resumiendo, que las películas del Studio Ghibli sin un argumento de gran calidad pierden muchos enteros y, no hace falta recordarlo, los fans de Ghibli somos bastante exigentes porque nos tienen mal acostumbrados. Somos (soy) capaz de refunfuñar por un guión no del todo claro como el de Howl´s, cuando seguramente estamos ante de unas las mejores películas del año, por ejemplo. Y por otro lado disfrutar con una serie de televisión con un nivel de calidad claramente inferior y un guión entretenido.
Tampoco se me escapa la idea, muy lejana, de que a Ghibli pudiera sucederle lo mismo que le ocurrió a Disney en su momento y que ha convertido a la empresa del ratón en una de las más devaluadas en cuanto a la animación se refiere. En cuanto Walt Disney desapareció, Disney ha ido a parar a las manos de comerciantes que han hecho más comercio que buenos proyectos, han tomado decisiones con el bolsillo en lugar de con la cabeza y, salta la vista, así les va.
Supongo que tanto Miyazaki y Takahata (ambos con “las películas contadas”) intentarán dejar un testamento lo más claro y conciso posible con tal de que el futuro de Ghibli sea fiel a sus orígenes. No en vano es SU estudio, es SU filosofía y dudo que les hiciera la más mínima gracia estar disfrutando de su jubilación y viendo como su estudio de animación cae en barrena. Espero que eso no suceda.
Al hilo de tu opinión Manu, no puedo estar más de acuerdo. De hecho hace unas semanas se comentó este tema en otro post sobre la película que iba a dirigir el hijo de Miyazaki.
El otro día fue mi “día anime”, me compré Haru y me compré Conan de una sola tacada, vamos que me gasté 65 eurillos de golpe, una buena hostia. Es curioso ver la diferencia entre ambos productos. Haru, como muy bien dices es sencillita, una peliculilla menor, de hecho muy infantil, sin ese trasfondo (esas capas de lectura), que tiene todo título Ghibli que se precie. La animación es buena, pero algo diferente al estilo “vieja escuela” del tándem Miyazaki/Takahata, también apreciable en los diseños. Por tanto ha sido un título que no me ha sorprendido. Es un producto de calidad más que contrastada, pero que al menos a los adultos no nos llega al corazón por así decirlo como otras obras del estudio.
En cambio Conan sí me ha sorprendido. Me parece superior incluso en calidad de animación a muchas series actuales tipo Slam Dunk y cosas así y no hablemos de Dragonball u otras. De hecho no aprecio tantas diferencias en cuanto a calidad de diseños y animación con El Castillo de Cagliostro, un año posterior (1979).
Conan es Miyazaki en estado puro, aunque él sólo haya dirigido nueve episodios. En esa serie están presentes la mayor parte de las constantes de toda su obra: el valor de la amistad, el amor por la naturaleza y su posible destrucción, personajes entrañables (en esta ocasión, eso sí, el personaje de Lana, no es el de una heroína con carácter como Nausicaa, etc.), unos decorados muy trabajados, multitud de escenas aéreas, etc. Aparte de eso, la serie tiene múltiples lecturas. No sé, a veces pienso que Miyazaki proviene de una época en la que las influencias de las que pudo disfrutar en su adolescencia fueron determinantes. En los años 40, 50 y 60 se produjeron grandes películas, excelentes novelas y obras de teatro. Asimismo, la juventud de entonces no estaba todavía anestesiada por los efectos especiales, las explosiones y las historias de acción. Por eso, a veces temo que el día que el testigo de Ghibli pase a manos de una generación más joven, por ejemplo la de autores nacidos en los años 60 y 70, la cosa cambie a peor. A veces me pongo a pensar en mi infancia y en la TV que pude disfrutar, llena de series que son clásicos, de programas culturales, documentales de Cousteau, El Hombre y la Tierra, La Bola de Cristal y por otro lado miro a las nuevas generaciones que como referente tienen Gran Hermano, OT, Salsa Rosa, películas de Vin Diesel o videojuegos de Playstation y que en algunos casos (y conozco alguno), no han leído más de un par de libros en su vida y menos aún han visto una obra de teatro o un clásico cinematográfico en blanco y negro. Es muy triste.
Con esto, Manu, entiendo tu miedo a que las películas de Ghibli se empobrezcan. A mi entender es algo que puede suceder muy fácilmente, por eso cuando Miyazaki y Takahata cuelguen las botas, tendrán que dejar muy claro el futuro del estudio.
Un saludo
Porco
Un día de estos podríamos tratar las similitudes entre Conan, Un castillo en el cielo y El misterio de la piedra Azul (Nadia). Mismas ideas, diferente desarrollo.
He descubierto esta pagina hace unos dias, te doy mi enhorabuena por ella. Soy un gran admirador de Studio ghibli y sobre todo de la obra de Miyazaki.Hace unos años descubri el viaje de chihiro por casualidad y desde aquello e intentado conseguirlo todo.Las ediciones en dvd originales en castellano las tengo todas y las que hay colgadas en la red de todas sus peliculas. Tengo ya una cierta edad y le digo a mi mujer que son para mi hijo pero realmente son para mi.Gracias por tu web y por mantenernos informados sobre todo el mundillo de ghibli. Ya he encargado haru, Conan y sherlock, gracias a tu log si no no me habría enterado.
Yo pienso, que Miyazaki y Takahata cuando se retiren, intentarán dejar los estudios en buenas manos, y para que perdure su estilo.
Pero no se, me parece que ese día está cerca. Ya veremos que pasará