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Jiburi 67: Ghibliografía 3

Tercera entrega de Ghibliografía, en la que estoy dando un repaso detallado a la historia de Studio Ghibli. En el artículo anterior escribí sobre las primeras películas del estudio. Ahora le toca el turno a los tres proyectos estrenados durante lo que queda de la década de los 80.

Nota: en el episodio 67 de Jiburi tienes la versión en formato podcast de este texto.

67 Ghibliografía (3) Jiburi Podcast

Tonari no Totoro

Tras el estreno de Laputa, Hayao Miyazaki puso sobre la mesa la propuesta de Mi vecino Totoro, un proyecto que se desmarcaba de lo que había hecho hasta ahora. Era una de las historias más personales del director que combinaba el costumbrismo, la fantasía y el amor por la naturaleza. Una historia en la que no había ni buenos ni malos. Una de las pegas para la gente de Tokuma era que se trataba de una historia original, no basada en ningún cuento o relato ya publicado. Como ya vimos con Nausicaä, en esa época eso era un problema.

Póster original. Originalmente la idea era que solo hubiera una niña protagonista.
Póster original. Originalmente la idea era que solo hubiera una niña protagonista.

En esta ocasión Toshio Suzuki no propuso dibujar un manga de Totoro sino hacer un estreno doble. Recientemente había leído la novela La tumba de las luciérnagas, un clásico de la literatura japonesa que estaba a punto de cumplir su vigésimo aniversario, y pensó en adaptar esta novela a película de animación. La idea fue bien recibida por Tokuma, pero con una condición: ellos correrían con los gastos de Totoro, pero Suzuki tenía que buscar financiación para La tumba de las luciérnagas. En otoño de 1986 contactó con Shinchosa, editorial donde se publica la novela y les propuso el trato. Ellos, que estaban pensando en meterse en el mundo de la animación, aceptaron aún a sabiendas de que posiblemente no recuperarían la inversión.

De esta manera se superó el primer obstáculo. Pero hubo dos más:

  • El primero fue el distribuidor, que no veía claro el éxito una película como Totoro. Visto en la actualidad puede parecer sorprendente, pero si analizamos bien la situación podríamos llegar a entender sus reservas. Es posible que el distribuidor pensara en la película como algo similar a esto. Totoro es una película protagonizada por dos niñas que conocen a un espíritu de los bosques con un aspecto, en ocasiones, algo inquietante. Las niñas tienen a su madre enferma y, supongo que a estas alturas no será un problema decirlo, la historia se complica cuando una de las hermanas se pierde. No hay batallas espaciales, las protagonistas no son las únicas que pueden salvar al mundo, ni hay enemigos malvados que ataquen la tierra y no hay romances. Gracias a Yasuyoshi Tokuma y a su situación de poder para chantajear a la distribuidora, se resolvieron los problemas y se pudo estrenar Totoro en cines. Tan solo tuvo que amenazar con cancelar el estreno de una película que finalmente se convirtió en un gran éxito. En ese aspecto, Tokuma fue un productor ejecutivo fantástico, puesto que dio libertad creativa e intervino únicamente cuando era necesario.
  • El otro handicap lo tuvo el estudio, al tener que afrontar dos producciones simultáneamente. Para ello alquilaron otro local cercano para que cada equipo tuviera su espacio. Esta situación hizo que se contrataran nuevos animadores. Fue en esa época en la que entraron en el estudio algunos animadores como Yoshifumi Kondō, Yoshiyuki Momose o Kazuo Oga, que acabaron convirtiéndose en piezas fundamentales. A pesar de la entrada de nuevos trabajadores, eso no impidió el pique que hubo entre ambos directores para repartirse a los animadores. Aunque formaban parte del mismo estudio, ambos competían por hacer la mejor película y, a poder ser, mejor que la del compañero. Tal y como ocurrió con las anteriores películas de Hayao Miyazaki hechas en Studio Ghibli, Joe Hisaishi se encargó de poner música a esta película.

Como he dicho antes, Totoro es una de las películas más personales de Hayao Miyazaki. Mezcla situaciones de su infancia con algunas de las ideas que esbozó a principios de los 80 y que se publicaron en su libro Hayao Miyazaki Image Board.

Estéticamente, Totoro tiene mucho parecido al protagonista de Panda Kopanda, dos películas breves estrenadas en los años 72 y 73 dirigidas por Isao Takahata en las que Hayao Miyazaki trabajó en la planificación y el guion.

¡Tu cara me suena!

Sobre esta película Isao Takahata declaró:

«Totoro es el apogeo de lo que todos buscamos».

Con esta frase Takahata quería decir que habían conseguido mostrar su verdadero estilo. Con Nausicaä, Laputa y La tumba de las luciérnagas, cada una por razones distintas, y aunque argumentalmente estaban en sintonía con los valores del estudio, técnicamente les faltaba algo para llegar a ese objetivo de producir animación de excelente calidad. Ojo, con esto no quiero decir que estas películas no sean buenas. Pero creo que Takahata tiene razón al decir que Totoro supone un punto de inflexión digno de destacar.

‌La tumba de las luciérnagas

La tumba de las luciérnagas fue una propuesta de Toshio Suzuki a la editorial Shinchosa de animar una exitosa novela escrita por Akiyuki Nosaka, inspirada en su experiencia personal al final de la Segunda Guerra Mundial.

Póster original japonés. No en todas las versiones se puede ver el avión que lanzó las bombas.
Póster original japonés. No en todas las versiones se puede ver el avión que lanzó las bombas.

El encargado de dirigir la película fue Isao Takahata, aunque en un primer momento estuvo a punto de rechazar la oferta. Su idea era adaptar la obra con un estilo de animación diferente al habitual, pero no tenía tiempo material de hacerlo. Al final fue Hayao Miyazaki quien le convenció de seguir con el proyecto con un estilo clásico, ya que posiblemente no tendría una mejor ocasión para encargarse de esta adaptación. Siempre me quedará la duda de saber con qué estilo quería experimentar. Si me permitís entrar en el terreno de la hipótesis, creo que por aquel entonces ya quería hacer su versión de lo que hacía años practicaba Frédérick Back. Este salto tuvo que esperar casi 10 años, hasta Mis vecinos los Yamada.

Para la adaptación de esta película, Takahata pudo usar la experiencia que vivió tras sufrir los ataques aéreos estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial mientras vivía en Okayama. Esa experiencia la utilizó para dar realismo a la película e impresionó al escritor de la novela al haber conseguido plasmarlo con tanta fidelidad y, parafraseando sus palabras, lograr que recordara algunos momentos de los que se había olvidado.

Para la creación de la película Takahata contó con la colaboración de Yoshifumi Kondō como diseñador de personajes y director de animación1; y Nizō Yamamoto como director artístico2. Hay que recordar que, al contrario que Miyazaki, Takahata era un director de animación que no dibujaba.

Los actores de doblaje principales de esta película fueron dos niños con acento de Kansai, el que se usa en Kobe. En el momento de la grabación la niña que puso la voz a Setsuko tenía 5 años. Eso le dio más realismo a la interpretación, pero también más dificultad a la hora de hacer el trabajo. Para ello le hicieron repetir a la niña muchas veces cada frase y en postproducción eligieron la toma más conveniente.

Como no podía ser de otra manera, Isao Takahata iba con retraso según las previsiones. Desde Shinchosa le preguntaron a Toshio Suzuki cómo actuar ante esta situación. Él les aconsejó reunirse con Takahata y pedirle que cumpliera la fecha prevista sin bajar la calidad (meter presión a la japonesa, vamos). Y así lo hicieron: concertaron una reunión entre el presidente de la compañía e Isao Takahata, al que le acompañó de mala gana Toshio Suzuki. En esa reunión el presidente dijo lo que le aconsejó Suzuki y Takahata le pidió más tiempo. Y ninguno dio su brazo a torcer. Una reunión a la japonesa en la que se acabó en tablas. Al final la película se estrenó con algunas escenas inacabadas, algo que causó revuelo entre crítica y público y, al parecer, dejó a Takahata tocado profesionalmente hablando. No he podido descubrir qué escena o escenas quedaron a medias porque, obviamente, una vez estrenada la película tuvieron tiempo para finalizarla y esa versión provisional nunca se puso a la venta.

Al final el resultado de la taquilla de este estreno doble no llegó a las expectativas previstas. Recaudaron 588 millones de yenes, un poco más de la mitad de lo logrado por Nausicaä, pero teniendo en cuenta que Shinchosa no contaba con recuperar el dinero invertido, a Tokuma no le pareció mala idea continuar con Studio Ghibli. Supongo que vieron que la idea de Studio Ghibli tenía futuro y que era cuestión de tiempo a que consiguieran una película de éxito.

Kiki’s Delivery Service

El nuevo proyecto del estudio no iba a ser dirigido ni por Miyazaki ni por Takahata. Kiki’s Delivery Service es una novela para niñas adolescentes que se publicó en enero de 1985. En 1987, Studio Ghibli se hizo con los derechos para la adaptación animada. Como Miyazaki y Takahata estaban ocupados, el encargado de dirigir el proyecto fue Sunao Katabuchi, que había coincidido con Miyazaki en Sherlock Holmes. Junto a él, Nobuyuki Isshiki se encargaría del guion. Pero el primer borrador de Isshiki no logró convencer a Miyazaki y finalmente decidió encargarse él mismo. Como se había implicado tanto en el proyecto, tomó la decisión de dirigir la película, dejando a Katabuchi como su asistente. Katsuya Kondō fue el diseñador de personajes, Isao Takahata el productor musical y Joe Hisaishi el responsable de la banda sonora. A pesar del retraso que llevaban, se mantuvo la fecha de estreno prevista. En este aspecto Miyazaki logró sacar adelante el proyecto optimizando recursos y con una puesta escena con menos complicaciones para los animadores en la mayoría de escenas. Esto no significa que todas las escenas fueran sencillas, como podemos ver con las multitudes del final de la película.

Póster original japonés.
Póster original japonés.

Problemas

Este proyecto no estuvo exento de problemas. El más importante ocurrió con la autora de la novela original. Eiko Kadono no acabó del todo satisfecha con la propuesta de película de Hayao Miyazaki, ya que hubo algunos detalles con los que no estaba de acuerdo con el director, como por ejemplo la pérdida de poderes de la protagonista o la escena final del zepelín. La novela es más episódica y Miyazaki en cambio creó una historia con introducción, nudo y desenlace, más cinematográfica. Al final tras una visita a casa de la autora y una posterior visita de Kadono al estudio, acabó dando luz verde al proyecto.

Otro conflicto lo tuvieron con una empresa de mensajería llamada Yamato Transport Co. Ta-Q-bin (Takkyūbin) es una marca comercial creada por esta empresa. Y el nombre original de la película, Majo no Takkyūbin, tomaba prestado ese nombre. Finalmente Yamato se convirtió en patrocinador de la película.

Kiki’s Delivery Service fue la primera película de Studio Ghibli que obtuvo un gran resultado de taquilla. Su primer gran éxito tras cuatro películas. Tuvo 2.640.000 espectadores y una taquilla de 2.170.000 ¥. Eso provocó que Toshio Suzuki dejara de tener dos empleos. En otoño de 1989 empezó a trabajar a tiempo completo en Studio Ghibli y a principios de 1990 se retiró oficialmente de Tokuma Shoten. La primera película de la que fue productor fue Omohide Poroporo, estrenada en 1991 y de la que escribiré en el próximo episodio de Ghibliografía.

La sorpresa de Totoro

El éxito de Kiki’s Delivery Service no fue la única alegría del estudio. En 1990, dos años los después del estreno en cines, Tonari no Totoro se emitió en el programa Friday Roadshow de la cadena Nippon TV. Tuvo tan buena acogida que en Studio Ghibli aceptaron el interés de una empresa juguetera de poner a la venta peluches de Totoro. La iniciativa fue un éxito y, gracias a ella, la economía del estudio mejoró. A partir de ese momento, en Studio Ghibli crearon una división encargada de explotar sus licencias con productos de mercadotecnia. Eso sí, los juguetes nunca influirían en la creación de una película.

Totoro es, sin duda, la película de Studio Ghibli de la que se han creado más productos derivados. En agradecimiento, a partir de ese momento, al inicio de todas sus películas se puede ver el perfil de Totoro. Esto fue, junto al éxito en cines de Kiki, lo que hizo posible que el sueño continuara.

Así empiezan todas las películas de Studio Ghibli. En ocasiones especiales se usa otro color de fondo.
Así empiezan todas las películas de Studio Ghibli. En ocasiones especiales se usa otro color de fondo.

Un paso adelante

Debido a eso en Studio Ghibli pudieron dar un paso más para acercarse al estudio que realmente tenían en mente: a partir de ese momento contaron con una plantilla fija a sueldo, enseñaron las bases de cómo entendían ellos la animación a una cantera de animadores y fueron más agresivos en su política de producción. Lo que se bautizó como las 3G del estudio (en inglés las 3H): Gran coste, Gran riesgo y Gran rendimiento). Una filosofía muy atrevida, sinceramente. A partir de ese momento Studio Ghibli también dio mucha importancia a la promoción, adoptando unas estrategias más agresivas que iban a ser definidas principalmente por Toshio Suzuki.

Obras 1987–1989

Para acabar voy a hacer un repaso al resto de proyectos en los que estuvo involucrado Hayao Miyazaki durante esta etapa de 1987 a 1989. Debido a la apretada agenda que tuvo como director de animación, no tuvo mucho tiempo para otros asuntos.

  • De diciembre del 1986 a junio del 1987 se publicaron a razón de uno al mes los episodios 26 a 32 del manga de ‌Nausicaä del Valle del Viento.
  • En 1989, mientras dirigía Kiki’s Delivery Service, se publicaron tres historias de sus Cuadernos de apuntes. Unas historias que tendrán mucha importancia en la próxima entrega de esta sección. Entre los meses de marzo, abril y mayo de este año se publicaron los tres episodios de Hikōtei Jidai, un manga corto de tan solo 15 páginas que sirvió de base para Porco Rosso.

Al margen del trabajo hecho por Miyazaki, pero relacionado con su obra, el 2 de mayo del 87 se publicó el radio drama de Shuna no Tabi, que fue emitido en la emisora NHK FM.

Como curiosidad final, decir que el 21 de junio de 1987 nació Aoi Teshima. Con el tiempo Teshima se convirtió en cantante e intérprete de algunos temas de películas dirigidas por Gorō Miyazaki.

En la siguiente entrega hablaré de los trabajos realizados por Studio Ghibli durante la primera parte de la década de los 90.


Bibliografía

Libros

Suzuki, Toshio (2014). Mixing Work with Pleasure: My Life at Studio Ghibli, Tokyo: Japan Publishing Industry Foundation for Culture.

Enlaces de interés

Webs
Jiburi

  1. Takahata ya había trabajado con él en Las aventuras de Panda y sus amigos, Conan, el chico del futuro y Ana la de Tejas Verdes ↩︎
  2. Con quien había coincidido en Ana la de Tejas Verdes ↩︎

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