Comprando productos Ghibli en Japón.

Además del Museo Ghibli (que tiene dos horrorosas tiendas a las que nunca debéis entrar), en Japón hay una cadena de tiendas, llamadas Kiddy Land, de las que algunas están dedicadas casi en exclusiva a productos relacionados con el Museo Ghibli.
Puede ser en un en los pasillos de cualquier estación de metro, en un centro comercial o a la salida de un templo. Es lo de menos. No son muchas, pero hacen mucho daño: son las, llamémoslas así, (demoníacas) tiendas Ghibli.

Suelen ser pequeñas, pero matonas. En ellas encuentras bastantes cosas. Algunas realmente útiles, como material de papelería, toallas, cubiertos, o-bentos (fiambrera típica japonesa para la comida), delantales, relojes, libretras, papel de carta etc… junto con otras «inútiles» pero realmente interesantes para el fan: maquetas, straps para el móvil, peluches enormes, figuritas de todo tipo y tamaño, etc…

Hay algunas curiosidades sobre el merchandising del Studio Ghibli. La primera es que, a pesar de ser una empresa japonesa y vender sus productos en Japón, en ningún momento se pretende exprimir la venta de productos de merchandising. No es una de las prioridades del estudio y no quieren, en ningún momento, seguir la estela de Sanrio (con su Hello Kitty). El merchandising que el estudio permite hacer, normalmente suele estar destinado a los más pequeños. Por supuesto que hay cosas para adultos, pero toallitas, juegos de cubiertos para niños, camisetas, sellos, etc… son productos hechos para ellos (si nosotros los compramos es otra cosa). Tampoco está muy de acuerdo el señor Miyazaki con los «fast food». Miyazaki y el Studio Ghibli NO permiten que sus productos se conviertan en regalos por haber comprado comida rápida. No están de acuerdo con el concepto de comida rápida y con sus graves consecuencias (Super Size me dixit).
Otra de las curiosidades es la de por qué hay tanto merchandising de unas series y menos (o nada) de otras. Casi todas las películas de Miyazaki tienen algo de merchandising (Totoro y Kiki Deliveries Service a la cabeza). Las películas menos adultas (Mononoke, Porco Rosso) tienen menos merchandising. Películas como Mimi, al estar basadas en trabajos que no son suyos, no tienen tanto merchandising (apenas nada, lamentablemente), en parte por la cantidad de problemas de derechos que acarrearía poner a la venta productos relacionados con esas series.

Caso aparte es el de Nausicaä, sobre la que hay muy pocos productos de merchandising porque el señor Miyazaki no quiere comercializar con ella. Según parece le tiene un aprecio especial. Supongo (opinión personal) que fue su primer largometraje realizado tal y como él entendía el mundo de la animación. Fue un trabajo hecho contra viento y marea y, en todo o en parte, causante de la creación del Studio Ghibli para crear su próxima película (Tenku no shiro Laputa). Así que parece que, con Nausicaä, se va a comerciar lo justo y necesario.

Durante los siguientes días espero poder ir enseñando algunos de los productos de merchandising que se pueden encontrar en este tipo de establecimientos. En muchos de ellos, que jodíos son estos japos, ponía «For Japan sale only». Manda huevos.